domingo, 21 de julio de 2013

Inteligencias y antihistorias con control de acceso.


Un día reflexionando sobre mi incomprensible forma de tomar decisiones recordé un texto que hablaba sobre la inteligencia de las marionetas de este mundo llamadas humanos.

No todas las decisiones nacen de la cabeza y del corazón, hay otra parte de nuestro cuerpo que concluye nuestros pensamientos y actúa por nosotros…la tripa. La tripa alberga una inteligencia menospreciada por todos, pero al final las mejores decisiones surgen siempre cuando ésta entra en equilibrio con el corazón.

Cuando una persona ocupa un milímetro importante en tu esquema vital, por muy rápido que ésta haya pasado, es porque ha entrado por tu tripa, ha pasado por tu corazón y se queda en tu cabeza para siempre.     

            La cabeza solo nos sirve para formar un conjunto de palabras y describir lo que sentimos en la tripa. La tripa expulsa el amor y el miedo a nuestro cuerpo y estas dos banalidades diabólicas siempre determinan nuestras conductas. Pero desde pequeños nos acostumbramos a ocultar nuestra vulnerabilidad y esconder lo que sentimos y pensamos, y nuestro ajuste emocional no lo conseguimos hasta que no expresamos lo que sentimos.        


                 Si ni siquiera sabemos lo que camina por nuestros adentros no nos debería extrañar  que no sepamos tomar decisiones acertadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario